Boeing tomará medidas para preservar efectivo ante crisis de coronavirus

Además del efecto que está dejando el coronavirus en la industria de las aerolíneas, por la caída de la demanda en los viajes, los fabricantes de aviones también están sintiendo el impacto.

La estadounidense Boeing perdió cerca de una quinta parte de su valor de mercado ayer tras tomar medidas para preservar el efectivo frente a una pandemia que ha causado confusión en la industria de la aviación y amenaza con debilitar aún más su balance.

La compañía, que ya está lidiando con los costos de la prohibición de vuelo que afecta a su avión 737 Max, pretende reservar el monto total de un préstamo de US$ 13.800 millones concertado hace apenas un mes.

Además, congeló las contrataciones y limitó las horas extra para todos los empleados, excepto aquellos que trabajan para que el Max pueda volver a operar y en "otros esfuerzos clave" para apoyar a los clientes. También restringió los viajes y gastos discrecionales a actividades críticas para el negocio.

Las acciones del fabricante de aviones cayeron 18%, ubicándose por debajo de US$ 200 por primera vez desde julio de 2017, y ya han perdido más de la mitad de su valor desde marzo de 2019, cuando el Max sufrió su segundo accidente mortal, llevando a dejarlo en tierra hasta nuevo aviso.

"El año que viene se perfila como un desafío para nuestro negocio, tal como ha venido ocurriendo en el pasado reciente", escribieron David Calhoun, director ejecutivo, y Greg Smith, director financiero, en un mensaje a los empleados.

"Además del trabajo de regresar de forma segura el 737 Max al servicio y el impacto financiero de la pausa en la producción de Max, ahora nos enfrentamos a una interrupción económica global generada por el coronavirus", agregaron.

Boeing recurrió a sus bancos en enero para ayudar a lidiar con los costos crecientes de la crisis del Max. La compañía ha estimado en US$ 18.600 millones el costo de las compensaciones a las aerolíneas, el mayor gasto durante el ciclo de vida de fabricación del avión y la necesidad de continuar pagando a los trabajadores durante el cierre de la producción. La cifra no incluye los costos legales relacionado con la muerte de 346 personas en dos accidentes que afectaron al modelo.